Los gatos de raza "siamés" son genéticamente propensos a sufrir de estrabismo y existen varias versiones que explican el origen de tal alteración congénita.
Los registros más antiguos sobre la existencia de esta raza se remontan al siglo XVIII en Tailandia y no fue hasta finales del siglo XIX cuando llegó la primera pareja de siameses a Europa y, posteriormente, a Estados Unidos.
Hay quienes señalan que la reproducción entre consanguíneos a través de la cual se multiplicaron los siameses en Europa, fue la causa de los defectos genéticos de los siameses, entre los que destacan también los nudos en la cola.
Sin embargo, la presencia en el siamés del gen responsable del albinismo, podría ser la causa del estrabismo, al igual que ocurre con otros animales albinos, en los que es recurrente el mismo problema.
Un artículo publicado por la Clínica Veterinaria Sagrada Familia menciona al estrabismo convergente (ojos hacia adentro), frecuente en el siamés, como una tara ocasionada por un desarrollo anormal de la estructura responsable de recibir la información visual que entra por la retina.“Esto también ocurre en ciertos animales albinos”, señala.
Por otra parte, se menciona también al nistagmo (movimientos rápidos e involuntarios de los ojos) como otra alteración que puede estar presente en los siameses con estrabismo.
¿Estos gatos pueden ver bien?
Por lo general, los gatos con estrabismo congénito pueden llevar una vida normal sin tratamiento y, aun cuando la cirugía puede corregir el defecto, las intervenciones quirúrgicas solo suelen ser recomendadas en los estrabismos adquiridos y en aquellos casos en los que la vista de animal se encuentra gravemente comprometida.
Según explica Denise Jones en su libro Gato Siamés, la falla genética afecta la visión binocular del animal y puede ocasionar visión doble, problema que el mismo gato “corrige” con el estrabismo.
Este problema genético ha sido frenado mediante la cría controlada, sin embargo, es frecuente encontrarse siameses estrábicos.